Coja un periódico Coja unas tijeras Escoja en el periódico un artículo de la longitud que cuenta darle a su poema Recorte el artículo Recorte en seguida con cuidado cada una de las palabras que forman el articulo y métalas en una bolsa Agítela suavemente Ahora saque cada recorte uno tras otro Copie concienzudamente en el orden en que hayan salido de la bolsa El poema se parecerá a usted Y es usted un escritor infinitamente original y de una sensibilidad hechizante, aunque incomprendido del vulgo.
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Büchermensch (Hombre-libro): ensayo sobre las metamorfosis de Elías Canetti. Una
crítica al conocimiento solipsista
José Rafael Romero Barrón
Coja un periódico
Coja unas tijeras
Escoja en el periódico un artículo de la longitud que cuenta darle a su poema
Recorte el artículo
Recorte en seguida con cuidado cada una de las palabras que forman el articulo y métalas en una bolsa
Agítela suavemente
Ahora saque cada recorte uno tras otro
Copie concienzudamente
en el orden en que hayan salido de la bolsa
El poema se parecerá a usted
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Y es usted un escritor infinitamente original y de una sensibilidad hechizante, aunque incomprendido del
vulgo.
Tristan Tzara
… CADA SER HUMANO INDIVIDUAL, ENCUADERNADO EN SÍ MISMO
1 Esto no es un halago para Canetti: es la crítica que él nos hace a todos nosotros que producimos disc ursos
de verdad. Esa es la tesis central de mi ensayo. Para Canetti el humanismo, y por ende l a historia, se
encuentra anquilosado en un pensamiento solipsista. Su obra es una propuesta para salir de esta crisis.
2 “Un escritor sería, pues -tal vez hayamos encontrado la fórmula con excesiva rapidez-, alguien que otorga
particular importancia a las palabras, que se mueve entre ellas tan a gusto, o acaso más, que entre los seres
humanos; que se entrega a ambos, aunque depositando más confianza en las palabras; que destrona a éstas de
sus sitiales para entronizarlas luego con mayor aplomo; que puede parecer un malhechor para con las
palabras, lo cierto es que comete sus fechorías por amor” Elías Canetti, “El ser escritorLa” ecnon ciencia de
las palabras, México, FCE, 1980, p. 353.3
En las tesis del historicismo de Dilthe, yse muestra a la autobiografía como el es pacio
privilegiado para ir en busca del conocimiento auténtico. Ahí el investigador se enfrenta a
un sujeto como el que describe el “Yo y mis circunstancias” al que se refiere José Orte ga y
4Gasset en su maravilloso ensayIdeoas sobre el Quijote y que tanto peso tuvo en la
filosofía de nuestro país. Sin embargo, la realidad y otras formas de comprender al sujeto
5-como cuando Freud habló de la “naturaleza de lo psíquico- pusieron en crisis es ta
creencia en un sujeto soberano. En tal caso estlatus ontológico del sujeto cambió y pa só
al mundo de laside as; ahora, traumáticamente, se reconoció (lo que tal vez los clásicos
griegos y la literatura que consigna los mitos primigenios de los pueblos del mundo y a
6 7sabían) que existía una naturaleza humana de, la que poco sabe el sujeto y mucho menos
ejerce una soberanía, pero que antecede a su vivencia en el mundo. Otra vez era objeto de
reflexión filosófica lo eterno…
3 “La autobiografía es la forma suprema y más instructiva en que se nos da la comprensión de la vida. En ell a
el curso de una vida es lo exterior, la manifestación sensible a partir de la cual la comprensión trata de
penetrar en aquello que ha provocado este curso de vida dentro de un determinado medio. Y, ciertam ente,
quien comprende este curso de vida es idéntico con aquel que lo ha producido. De aquí resulta una inti midad
especial del comprender. El mismo hombre -en todo eso que él ha sentido como valor en su vida , que ha
realizado como su fin, que ha trazado como su plan, que ha captado retrospectivamente como su desa rrollo,
prospectivamente como moldeamiento de su vida y su valor supremo-una conexión de su vida desde
diferentes puntos de vista, conexión que ahora se trata de eExprn eesal rre. cuerdo ha destacado aquell os
momentos de su vida que experimentó como significantes mientras que el resto lo dejó hundi r en el
olvido.” [El énfasis es mío] Wilhelm Dilthey, “La autobiografíaEl” emnundo histórico,Mé xico, FCE, 1978,
p. 224.
4 José Ortega y GassetI,de as del Quijote. Ensayos sobre la nove,l aMadrid, Espasa-Calpe, 1987. No es sólo
por esta referencia a la concepción del sujeto -un sujeto consiente de sí mismo, con la capacidad de hablar con
honestidad y conocimiento de sí- por lo que Ortega y Gasset es importante. También lo es por la similitud
entre los temas tratados por él y CaneLttasi. reflexiones de Ortega y Gasset sobre el Quijote y s u estudio
sobre la masa son claras coincidencias con la obra de A Cunqueanet til.as conclusiones son radicalmente
otras. // “El concepto que tiene Canetti de masa es diferente; para emlape mzaasar, no es la consecuencia de
una serie de factores, sino una solución deseada y buscada por el h,om debsdree tiempos más remotos” .
Raquel Kleinman, Elías Canetti. Luces y sombras, Madrid, Biblioteca Nueva, 2005// Me parece important e
tener a Ortega y Gasset como referente para contrastarlo con la idea del sujeto de Elías Canetti. N uestro autor
propone otra idea, que parta de una forma de adquirir conocimiento desde los sentidos, comunes a todos los
hombres. El análisis del miedo, la alegría, la tristeza, el poder, la masa, la euforia, etc., son tema s comunes en
sus obras. Es importante señalar que las descripciones son muy expresivas y ricas en símbolos ortográfic os.
Abundan, como en el teatro, las frases cortas y los símbolos de exclamación.Y precisamente ahí, en la investigación de la naturaleza que hace actuar al ho mbre
8de similar forma en distintos tiempos y espacios, lo que lo hace ser hom, sbreu vivencia
del mundo, es en donde la obra de Elías Canetti se instala para mostrarnos los avata res del
hombre en el devenir.
Varias experiencias marcaron su camino. Muy joven, tras mirar los frescos de la
Capilla Sixtina, se dio cuenta de que lo único que valía la pena era aquello por l o que se
5“De lo que hemos dado en llamar nuestro psiquismo (o vida mental) son dos las cosas que conoce mos: por
un lado, su órgano somático y teatro de acción, el encéfalo (o sistema nervioso); por el otro, nuestros ac tos de
conciencia, que se nos dan en forma inmediata y cuya intuición no podría tornarse más directa mediante
ninguna descripción. Ignoramos cuanto existe entre estos dos términos finales de nuestro conocimiento; no se
da entre ellos ninguna relación directa. Si la hubiera, nos proporcionaría a lo sumo una localización exa cta de
los procesos de conciencia, sin contribuir en lo más mínimo a su mejor comprensión […] presumimos que la
vida psíquica es la función de un aparato al cual suponemos especialmente extenso y compuesto de varias
partes […] Las nociones que tenemos de este aparato psíquico las hemos adquirido estudiando el desa rrollo
individual del hombre.” Sigmund Freud, Esquema de Psicoanálisis, Barcelona, Debate, 1998. p 21- 22.
//Canetti no comulga con las ideas de Freud. Muchas veces parece que éste no existiera. Sin embargo, exi sten
investigadores que plantean claras coincidenciaVis.d Raquel Kleinman, Elías Canetti. Luces y som,bras op.,
cit (En especial “Canetti y el Psicoanálisis”) // Otra cosa, digo que este concepto da al