Pastorelas y serranas : en torno a la definición de los géneros poéticos medievales - article ; n°1 ; vol.24, pg 431-448
18 pages
Español

Pastorelas y serranas : en torno a la definición de los géneros poéticos medievales - article ; n°1 ; vol.24, pg 431-448

Le téléchargement nécessite un accès à la bibliothèque YouScribe
Tout savoir sur nos offres
18 pages
Español
Le téléchargement nécessite un accès à la bibliothèque YouScribe
Tout savoir sur nos offres

Description

Cahiers de linguistique hispanique médiévale - Année 2001 - Volume 24 - Numéro 1 - Pages 431-448
18 pages
Source : Persée ; Ministère de la jeunesse, de l’éducation nationale et de la recherche, Direction de l’enseignement supérieur, Sous-direction des bibliothèques et de la documentation.

Informations

Publié par
Publié le 01 janvier 2001
Nombre de lectures 149
Langue Español

Extrait

Pastorelas y serranas : en torno a la definición de los géneros poéticos medievales
Las serranas peninsulares siguen originando numerosos estudios hoy día, pese al volumen ya considerable de la crítica que se les dedicó ininter-rumpidamente desde el siglo XIX. Sin embargo, basta con echar un vis-tazo a algunos de esos trabajos para percatarse de la suma heterogenei-dad del objeto considerado : donde ciertos estudiosos ven antes que nada un « personaje » o un « tipo », otros destacan el tema o argumento del « encuentro pastoril » mientras que un tercer grupo se ciñe a la aproximación de una « forma » o de un « género » poético vinculado a la pastorela . La abundancia y la riqueza de la crítica no han de ocultar que, en la mayoría de los casos, la polisemia del rótulo serrana tiende a convertirse en una perjudicial ambigüedad. El uso a menudo anárquico del tér-mino provoca innúmeras confusiones e imprecisiones, tanto más com-prensibles cuanto que los diferentes valores suelen coincidir en los mis-mos textos : en un poema clasificado como serrana , se expone la trama de un encuentro con una serrana-personaje, cuya actitud puede remitir a un tipo legendario de la « serrana » fuerte y varonil. No han de extra-ñar, por lo tanto, lo borroso y variable de los deslindes de un corpus de la serrana como forma o género peninsular ni la falta de una edición de conjunto de las obras que pudiesen adscribirse a dicho género. El presente trabajo se propone estudiar los vínculos entre la pas-torela y la forma o género de la serrana , limitando el corpus al área geográfico-cultural de la Península y a los testimonios de los siglos XIII a XV, de las pastorelas de Cerverí de Girona y de los cancioneiros gallego-portugueses a las serranas castellanas. Sin prescindir en abso-

 
luto de los logros de la crítica moderna, parece necesario metodológi-camente volver a las fuentes, para esbozar una primera definición a partir de las prácticas medievales atestiguadas en cuanto a la tipología – artes poéticas, rúbricas y ordenación de los cancioneros – : pese a la consabida imprecisión de las clasificaciones medievales, lo que se anhela aquí es la comprensión de una práctica, como reflejo de una poética determinada y punto de partida para una teorización moderna. Dicho de otra forma, el intento de clarificación se hará con y en función de los testimonios, cuyo estudio ha de proporcionar unos rasgos definitorios mínimos que, por supuesto, siempre se habrán de completar para no caer en un positivismo deletéreo. Quizá convenga precisar de antemano que, desde luego, no se le concede al esbozo de clasificación que se presenta a continuación sino un valor provisional y meramente heurístico. Las decisiones de res-tringir el marco geográfico y cronológico y de ir determinando unos rasgos comunes mínimos y discriminatorios entre los textos considera-dos se han de entender – y sólo se justifican – en la perspectiva de la edición de un corpus 1 . Al contrario, una aproximación temática abierta a culturas varias sería perfectamente concebible pero perseguiría fines distintos 2 . El trabajo que se propone aquí acerca de las pastorelas y ser-ranas procura sugerir unos ejes de reflexión general, susceptibles de tener alguna utilidad o aplicación para otras manifestaciones del objeto poético medieval, merced a la descripción de éste como ele-mento dinámica y funcionalmente integrado cada vez en el sistema de una poética propia.
Si la primera pastorela conservada en las tradiciones líricas en verna-cular, L’autrier jost’una sebissa del trovador gascón Marcabru, data de mediados del siglo XII, hay que esperar hasta la segunda mitad del siglo XIII para que aparezcan los primeros testimonios de una práctica del género en la Península. Antes de buscar posibles rasgos de identificación en los mismos textos, resulta provechoso indagar en las artes poéticas contemporáneas que, como bien se sabe, se redactaban normalmente
1. Tal era el proyecto concretado en mi tesis doctoral, Pastorelas et serranas dans la péninsule Ibérique (XIII e -XV e siècles). Recherche pour l’édition de la poésie médiévale , leída en Toulouse en 1997 (hay microfichas). El presente artículo se ha elaborado básicamente a partir de elementos sacados de la tesis – primera parte dedicada a la constitución del corpus (p. 23-169) – con algu-nas revisiones y bastantes consideraciones nuevas. Se ruega al benévolo lector tenga en cuenta que el análisis de varios puntos, a veces conflictivos, no se puede pormenizar lo sufi-ciente en este breve trabajo. Además, y siempre por falta de espacio, sólo se remitirá en las notas a unos pocos estudios escogidos entre las referencias consultadas. 2. Véase por ejemplo la antología de William D. PADEN, T he Medieval Pastourelle , 2 vol., New York/London : Garland, 1987.
  

post rem y no prescribían sino a partir de las obras conocidas 3 . Por insu-ficiente que es la información que proporcionan, esos tratados son de imprescindible consulta también por lo que callan o lo que se les olvida comentar : algunas características de una poética pueden parecer hasta tal punto evidentes para sus « usuarios » que no se hace explícita refe-rencia a ellas. Dos son los tratados vinculados a la tradición de los trovadores que interesan aquí por motivos geográficos y cronológicos : la Doctrina de com-pondre dictats , redactada por un autor catalán anónimo de la segunda mitad del siglo XIII, y el Tor cimany de Luis de Averçó, adaptación para el consistori de Barcelona de las Leys d’amors dadas en Toulouse en el tardío siglo XIV 4 . La Doctrina ofrece la siguiente definición de la pasto-rela , llamada pastora puesto que « pren nom lo cantar de aquella persona de qui hom lo fa » 5 : Si vols far pastora, deus parlar d’amor en aytal semblan com eu te enseyaray, ço es a saber : si.t acostes a pastora e la vols saludar o enquerer o manar o corteiar, o de qual razo demanar o dar o parlar li vulles. E potz li metre altre nom de pastora, segons lo bestiar que guardara ; e aquesta manera es clara assatz d’entendre. E potz li fer .vj. o .viij. cobles, e so novell o so estrayn ia passat 6 . El Torcimany introduce unas cuantas novedades : Aquest dictat apelhat pastorelha es de natura tal que ab aquest dictat pot hom trufar, escarnir, solaçar ab alguna dona, ço es, ab paraulas riolegas e sens dir alguna viltat ne desonestat, lo qual dictat pot haver de sis coblas tro en trenta, aytantes com lo dictador volrrá. E deu haver so novelh ; no, peró tan lonch com cançó, car pus cursori e pus viater lo vol. Peró de aquesta sort son vaqueras, vergieras, porqueras, auqueras, cabrieras, ortelanas, monjes e moltas de aquesta sort 7 . Pese a las diferencias entre Doctrina y Torcimany , se pueden apuntar varios elementos comunes que dibujan un primer marco definitorio del género. La misma presencia de la pastorela en las Artes evidencia su inclu-
3. Véase por ejemplo Gérard GONFROY, « Les genres lyriques occitans et les traités de poétique : de la classification médiévale à la typologie moderne » in : Dieter KREMER (ed.), Actes du XVIII e Congrès international de linguistique et de philologie romanes. Université de Trèves (Trier), 1986 , Tübingen : Max Niemeyer, 1988, VI, p. 121-135, especialmente p. 122 ; Douglas KELLY, The Arts of Poetry and Prose , Turnhout : Brepols, 1991, p. 154. 4. Textos en J. H. MARSHALL, The Razos de Trobar of Raimon Vidal and Associated Texts , London : Oxford University Press, 1972, p. 93-98 ( Doctrina ) y José María CASAS HOMS, « Torcimany » de Luis de Averçó. Tratado retórico gramatical y diccionario de rimas. Siglos XIV-XV , 2 vol., Barcelona : CSIC (Sección de literatura catalana), 1956. 5. J. H. MARSHALL, op. cit. , p. 98. 6. Ibid. , p. 96. 7. J. M. CASAS HOMS, op. cit. , I, p. 94.
   sión en la lírica trovadoresca y confirma su índole « culta » o « aristo-crática », su difusión y recepción en un contexto fundamentalmente áulico a pesar de su registro léxico « popularizante » 8 . En cuanto al « contenido », conviene subrayar desde ahora unos rasgos, a veces evi-dentes pero que conviene tener en cuenta : el sujeto de la enunciación sólo puede ser un hombre, narrando éste un encuentro con un perso-naje femenino ; siempre está presente un contraste entre hombre y mujer, manifestado bien por el estatuto social, bien por la broma o el escarnio ; el « tema » queda prácticamente libre y sólo parece importar la « situación » ; la designación de la obra puede o no variar en función de la ocupación del personaje femenino. Por último, se ha de notar la importancia que se le da a la caracterización de la melodía, único com-ponente « formal » en el que insisten las definiciones, unido a este otro recurso básico de la lírica trovadoresca que es la estrofa. Las cuatro pastorelas compuestas por Cerverí de Girona en la segunda mitad del siglo XIII 9 corresponden exactamente a esta descripción mínima del género 10 . Además, el cancionero que las conserva, Sg o « Gil » 11 , presenta el interés de identificar las obras mediante una rubri-cación precisa, cuya autoría podría atribuirse al mismo trovador 12 o, al menos, a un temprano copista del siglo XIV. Cierto es que Cerverí usaba el occitano para sus composiciones poéticas pese a haber nacido en el dominio lingüístico catalán y, por ello, podría estimarse lógico que se excluyese su obra de un trabajo limitado a las creaciones peninsulares. Me parece, no obstante, que representa más bien una transición, un puente ideal – y real – entre la producción de la última generación de la edad dorada de los trovadores y la de los representantes de la escuela gallego-portuguesa : en la corte toledana de Alfonso X coincidieron o se sucedieron Guiraut Riquier, Cerverí y numerosos trobadores 13 . o des troubadours », in : É d 8 e . lit E r r i a c t h u re K d Ö u H M L oy E en R , Â g « e o L ff a e r P te a s s à t o F u é r li e x l l L e ec d o a y n,sPlaarips:éHsioenoréChampion,1973,tudes de langue et cialmente p. 281. Pierre BEC, La Lyrique française au Moyen Âge (XII e -XIII e sièc p l . es 2 ). 7 C 9-o 2 nt 9 ri 2 b , u e ti s o p n e à -une typologie des genres poétiques médiévaux , 2 vol., Paris : Picard, 1977, I, p. 34. 9. Entre Lerida e Belvis ( PC 434, 7c); Entre Caldes e Penedes ( PC 434, 7b); En may can per la calor ( PC 434, 6b); Pres d’un jardi encontrey l’altre dia ( PC 434, 9a). 10. Incluso la cuarta, en que el contraste se acentúa debido a la edad del personaje femenino ( nina ) y si se recuerda que el asunto central no es forzosamente de amores. 11. Transcripción paleográfica en Francesco A. UGOLINI, Il canzoniere inedito di Cerverì di Girona , Roma : Giovanni Bardi (R. Accademia Nazionale dei Lincei), 1936. 12. F. A. UGOLINI, op. cit. , p. 546-549. Martín de RIQUER, Los trovadores. Historia literaria y textos , 3 vol., Barcelona : Ariel, 1983, I, p. 17. 13. István FRANK, « Les troubadours et le Portugal », in : Mélanges d’études portugaises offerts à M. Georges Le Gentil , [Lisboa] : Instituto para a Alta Cultura, 1949, p. 199-226, especialmente p. 199. Giuseppe TAVANI, Ensaios portugueses. filologia e linguística , [Lisboa] : Imprensa Nacio-nal/Casa da Moeda, 1988, p. 48-50. Anna FERRARI, « Linguaggi lirici in contatto : trobadors e trobadores », Boletim de filologia , 29, 1984, p. 35-58. Desde otra perspectiva, véase
    Los problemas que plantea la identificación de un género pastorela en la lírica profana gallego-portuguesa del siglo XIII siguen interesando a los estudiosos, como lo evidencian varias publicaciones recientes que han contribuido decisivamente a clarificar la situación 14 . Los cancioneiros gallego-portugueses se ordenan, como es sabido, en función de las tres grandes categorías que son cantigas d’amor , cantigas d’amigo y cantigas d’escarnho e maldizer . La justificación de tal clasificación viene expuesta en el Arte de trovar incompleto que encabeza el Cancioneiro da Biblioteca nacional (o B ), tratado sin duda posterior a las obras conser-vadas y que, como era de esperar, es más descriptivo que prescriptivo 15 . En el fragmento 16 figura una indicación valiosa respecto de las cantigas de temática amorosa en que intervienen varios personajes : […] por que sabede que se eles falam na primeira cobra e elas na outra [he d’] amor, por que se move a rrazõ d’ele como vos ante disemos, e se elas falam na primeira cobra he outrousy d’amigo e se ambos falam e hûa cobra he segundo qual deles fala na cobra primeiro 17 . El criterio no da pie a discusiones y se corresponde con la ordenación de los manuscritos : la instancia enunciadora inicial es efectivamente mas-culina en las cantigas d’amor y femenina en las d’amigo . En los casos res-tantes, dependerá pues de la voz que cante primera en la estrofa. En el corpus de la lírica « amorosa » gallego-portuguesa (unas mil trescientas treinta obras), existe un pequeño grupo de diez cantigas atípicas, que recurren a los registros léxicos y a la temática de las cantigas d’amor y
también Vicenç BELTRÁN, « L’infant Pere, Cerverí de Girona i Pero Mafaldo », Studi medio-latini e volgari , 39, 1993, p. 9-31. 14. Véase sobre todo Luciana STEGAGNO PICCHIO, « Entre pastorelas e serranas. Novas contribuições ao estudo da Pastorela galego-portuguesa » in : II Congresso internacional da lingua galego-portuguesa na Galiza. 1987. Actas (Santiago de Compostela, 23 de Setembro ; Ourense, 27 de Setembro) , Associaçom Galega da Língua, 1989, p. 409-424 y « Para una nueva interpreta-ción de la pastorela gallego-portuguesa », in : José Manuel LUCÍA MEGÍAS y otros (ed.), Actas del II Congreso Internacional de la Asociación Hispánica de Literatura Medieval (Segovia, del 5 al 19 de octubre de 1987) , Alcalá de Henares : Universidad de Alcalá, 1992, I, p. 89-102. Pilar LORENZO GRADÍN, « A pastorela peninsular : cronoloxía e tradición manuscrita », in : Mercedes BREA y Francisco FERNÁNDEZ REY (ed.), Homenaxe ó Profesor Constantino García , Santiago de Compostela : Universidade de Santiago, 1991, II, p. 351-359 y « La pastorela g ve a n ll z e a g li o e -p g o al r e t g u h g i, u e 8 s 9 a / : 9 e 4 n),tr[e1t9r9a4d]i,cipó.n1y17a-d1a4p6t.acEisótnhe»r,R C o O ma R ni R ca A v L u lg D ar Í i A a q Z u , aAdsernmi , u l 1 le 3 re -s 1 4 n a ( sStcuadnitipgraos-medievais , Sada (A Coruña) : Ediciós do Castro, 1996. 15. Giuseppe TAVANI, « As artes poéticas hispânicas do século XIII e do início do XIV, na perspectiva das teorizações provençais », in : Aires A. NASCIMENTO y Cristina ALMEIDA RIBEIRO (ed.), Literatura medieval. Actas do IV Congresso da Associação hispânica de lite-raturamedieval(Lisboa,1-5Outubro1d9e9t1r)o , u v L e i r sbdouac:hEadnisçoõnensieCroCsmoloosc,c1i-9B9r3a,nIcI,utpi..2É5-3i4o.netana-16. Jean-Marie D’HEUR, « L’ Art dit lyse », Arquivos do Centro cultural português , 9, 1975, p. 321-398. 17. Ibid. , p. 325.

 
d’amigo pero que, en lugar de abrirse como se esperaría con el discurso de « él » o de « ella », introducen un exordio narrativo característico. Es conocido de sobras el papel fundamental que siempre desem-peñan los primeros versos de una composición para su identificación por el receptor, pero conviene aludir aquí a uno de los sistemas de clasi-ficación más corrientes en la Edad Media, la teoría de los modus agendi heredada del Platón de La República 18 . De hecho, interesa recordar que esta famosa distinción entre las formas de representación lleva a oponer las diferentes églogas de Virgilio no por su contenido sino en virtud de la categoría discursiva con que se abren : la primera, por ejemplo, con el discurso directo de Meliboeus frente a la segunda en narratio mixta alternándose relato y diálogo –. Es de señalar que varios estudios acerca de los exordios de las pastorelas occitanas o francesas coinciden en la caracterización del género pastorela como « narrativo » debido, precisa-mente, a la presencia sistemática en ellas de un relato introductorio 19 . Las pastorelas de Cerverí de Girona se encuadran en el mismo esquema y, sobra decirlo, entre las mencionadas cantigas « mixtas » de los cancio-neiros se hallan las posibles pastorelas gallego-portuguesas. No todos los relatos de encuentro (ficticio) con una mujer han de ser pastorelas , sin embargo, y la designación del personaje femenino permite mantener el necesario contraste, a cuya función se ha aludido ya. « Pas-tor » – se trata de la forma femenina – aparece en trece textos del corpus profano gallego-portugués pero únicamente en nueve cantigas del regis-tro « amoroso ». En ocho de éstas, encabezadas todas desde luego por el exordio narrativo, la designación de la « pastor » figura en los primeros versos, como un rasgo más que permita la identificación genérica. Este grupo conforma el pequeño corpus de la pastorela gallego-portuguesa, según concuerdan la mayoría de los críticos modernos 20 .
18. Ernst Robert CURTIUS, La littérature européenne et le Moyen Âge latin , Paris : Presses Uni-versitaires de France, 1991, p. 688-692. Hans Robert JAUSS, « Littérature médiévale et théo-rie des genres », in : Théorie des genres , Paris : Seuil, 1986, p. 37-76 (p. 60). Alastair J. MINNIS, Medieval Theory of Authorship. Scholastic Literary Attitudes in the Later Middle Ages , London : Scolar Press, 1984, p. 57-58. 19. Paul ZUMTHOR, Langue et techniques poétiques à l’époque romane (XI e -XIII e siècles) , Paris : Klincksieck, 1963, p. 145-159. Elisabeth SCHULZE-BUSACKER, « L’exorde de la pastou-relle occitane », Cultura neolatina , 38, 1978, p. 223-232. Maciej ABRAMOWICZ, « Le lieu commun et l’imaginaire. Exordes des pastourelles et des chansons de toile », Romania , 109, 1988, 4 (436), p. 472-501. q 2 u 0 e . ix J a o va a(m B P5E1R9/E V Z1D02A);VDOoImM,CavalgavaÛanoputroE rdi Z bae ,( mOBtya6 loh 7 ga6 de / uaV ( ÛB 275 p 83 a ) s 4; t / o D rVo c 1 a m n 3 t 7 a D) r ;E(D B NoI8Sm,Û D a E p N a I st S o , r sVei DENIS, asto oj’eu cantar d’amor ( B 547/ V 150) ; Airas NUN a 68-869-870/ V 454) ; Joam Airas de SANTIAGO, P elo souto de Crecente ( B 967/ V 554) ; Pedr’Amigo de SEVILHA, Quand’eu un dia fuy en Compostela ( B 1098/ V 689) ; LOURENÇO, Tres moças canta-vam d’amor ( B 1262/ V 867). La inclusión de la cantiga de Lourenço es discutida. La cantiga de Pedr’Amigo de Sevilha se define textualmente como pastorela e fiz por ela esta pastorela », v. 6).
  

Sin embargo, un importante escollo se ha de sortear respecto de las acepciones de « pastor » en los cancioneiros . En efecto, se suelen aceptar todavía las conclusiones de C. M. de Vasconcelos, quien afirmaba que la designación « pastor » se puede aplicar en los cancioneiros a cualquier « moza » independientemente de su estatuto social o de una ambienta-ción pastoril 21 . El problema es recurrente y conduce a una interroga-ción básica sobre la individualización de un posible subgénero pastorela dentro del género-tipo del Encuentro. Una respuesta interna se puede proponer, a mi parecer, siempre a partir de los testimonios conservados y en función del contexto lingüístico general de la época. La acepción de « pastor [pastora] » como « moza » sólo se atestigua en los contados casos de los cancioneiros y no se registra en castellano, en catalán ni en gallego-portugués « común » siquiera 22 . Sería poco verosímil, entonces, que un uso tan particular y restringido estuviese falto de significación, que el término fuera en los cancioneiros mero sinónimo de las otras desi-gnaciones 23 . Como bien se sabe, la lengua que se emplea para la ficcio-nalización poética es de por sí artificial y no se ha de corresponder obli-gadamente (ni mucho menos) con el nivel ni la norma del discurso diario. A mi modo de ver, la presencia de « pastor » en el exordio de las ocho cantigas no puede ser neutra y, por la fuerza incuestionable de la connotación, asocia doblemente el personaje femenino al sema de « libertad » : sugiere simultáneamente que la mujer es soltera , joven, moza y también que se encuentra sola (o con otras « pastoras », tanto da) y por eso desprotegida, vulnerable. No es preciso que, siquiera en la fic-ción, sea pastora sino que el yo masculino la diga tal, la vea, la presente así – de ahí que la descripción de un marco al aire libre no sea precep-tiva, como tampoco lo era en la poética de los trovadores, ya que el tér-mino « pastora » es suficiente para evocar (connotar) una soledad cam-pestre. La designación del personaje femenino sí ha de ser uno de los componentes que contribuyan a deslindar una forma o género de la pas-torela , gallego-portuguesa como occitana o francesa 24 .
21. Carolina Michaëlis de VASCONCELOS, « Randglossen zum altportugiesischen Lie-derbuch. I. Der Ammen-Streit », Zeitschrift für Romanische Philologie , 20, 1896, p. 145-218 (p. 212-213), y Cancioneiro da Ajuda. Volume II. Investigações bibliographicas, biographicas e historico-litterarias , Halle : Max Niemeyer, 1904, p. 893.22. Joan COROMINAS y José A. PASCUAL, Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico , 6 vol., Madrid : Gredos, 1980-1991, IV, p. 332. Joan COROMINES, Diccionari etimològic i complementari de la llengua catalana , 9 vol., Barcelona : Curial, 1980-1991, VI, p. 381-382. Ramón LORENZO, La traducción gallega de la Crónica general y de la Crónica de Castilla . II. Glosario , Orense : Instituto de Estudios Orensanos « Padre Feijóo », 1977, p. 980-981. José Pedro MACHADO, Dicionário etimológico da língua portuguesa (7 a ed.), 5 vol., Lisboa : Livros Horizonte, 1995, IV, p. 319. árense or » con las harto más frecuentes de « mol-h2e3r.»C,o«mdopna»,«lsaesnehsocras»asoo«caurmriegnaci»asendeE«.pCaOstRRALDÍAZ,op. cit. , p. 19, 54, 92 y 143. 24. Un argumento más a favor de la especificidad del pequeño corpus de la pastorela en la lírica

 
El examen del corpus de los cancioneiros habrá permitido enriquecer y completar la primera definición sacada de los tratados y de la práctica de la tradición occitana, con la adición de la forma del discurso como rasgo necesario de identificación. No será casualidad que coincidan estas conclusiones provisionales con la sintética definición de la pastou-relle (francesa) que proponía P. Zumthor : « un chant narratif de Rencontre, caractérisé par la dénomination de l’objet, pastoure » 25 . Pocos años separan la muerte de Dom Denis (1325) de la composi-ción del Libro de buen amor (« mill e trezientos e sesenta e ocho años » o sea 1330, según el manuscrito T ) y su conocido episodio del viaje a la sierra (estrofas 950 a 1042) 26 , en que alternan secciones narrativas en cuaderna vía y piezas líricas. Las rúbricas o más bien epígrafes que trans-mite el manuscrito S presentan cada una de las cuatro composiciones líricas como « cántica ( cantica ) de serrana » 27 . No obstante, la probabili-dad de que los epígrafes se deban al copista de S – el famoso Alfonsus paratinensis (Alfonso de Paradinas) – es muy alta, como lo han confir-mado recientemente varios estudios 28 . La información que proporciona la rubricación de S , por lo tanto, no ha de ofrecer mayor interés en lo que concierne al autor del Libro o a la poética de su tiempo, lo cual no es óbice para que ayude a conocer las clasificaciones al uso en Castilla en el primer cuarto del siglo XV, cuando se copió el manuscrito. gallego-portuguesa sería la ordenación de los cancioneiros : las cantigas « atípicas » casi siempre co tacado, al principio o al final de la obra de cada trobador . Véase ePsiltaárnLOpRiaEdNasZeOnuGnRluAgDarÍNd,es«Ungéneroydostradicionesliterarias:provenzalesygallego-portugueses », in : Gérard GOUIRAN (ed.), Contacts de langues, de civilisations et intertextualité (III ème Congrès international de l’Association internationale d’études occitanes, Montpellier, 20-26 septembre 1990) , Université de Montpellier (Centre d’études occitanes)/S.F.A.I.E.O., 1992, III, p. 1013-1023, especialmente p. 1014-1016, y « La pastorela… », art. cit., p. 128-129. Sin embargo, no estoy seguro de que se pueda concluir con P. LORENZO que « ocupan siempre un puesto « funcional » » (« Un género… », p. 1016) ni que « eran considerad[a]s como unha varie-dade expresiva » (« A pastorela… », art. cit., p. 358). La distribución puede atestiguar sin más la perplejidad de los recopiladores ante unas composiciones raras y de difícil integración en cualquiera de los grandes géneros conocidos. 25. Paul ZUMTHOR, Essai de poétique médiévale , Paris : Seuil, 1972, p. 302. 26. Citaré por la edición de Alberto BLECUA, Madrid : Cátedra, 1992. 27. Ed. Blecua, p. 233, 242, 245 et 253. Edición facsímil de S por César REAL DE LA RIVA, 2 vol., Madrid : Edilan, 1975, I, folios 56v° a 61v°. En el manuscrito G se lee una vez la indicación marginal « cantica » a la altura del v. 959g (Ed. facsímil, [Madrid] : Real Acade-mia española, 1974, folio 46r°). 28. Jeremy LAWRANCE, « Las rúbricas del Libro de buen amor », Ínsula , 606, 1997, p. 1-3 y « The Rubrics in MS S of the Libro de buen amor » en Ian MACPHERSON y Ralph PENNY (ed.), The Medieval Mind. Hispanic Studies in Honour of Alan Deyermond , London : Tamesis, 1997, p. 223-252. César DOMÍNGUEZ, « Ordinatio y rubricación en la tradición manuscrita : el Libro de buen amor y las cánticas de serrana en el Ms S », Revista de poética medieval , 1, 1997, p. 71-112. Siempre útiles son los comentarios de J. Corominas en su conocida edición del Libro , Madrid : Gredos, 1973, p. 136-138 (n. 276 a ).
    En el mencionado « viaje a la sierra » del Libro , tan repetida y brillan-temente estudiado, la crítica moderna identifica dos valores distintos del rótulo « serrana » : el tipo o personaje, objeto de la mayoría de los tra-bajos 29 , y los primeros testimonios de una forma o género poético cas-tellano 30 . Conviene subrayar, de acuerdo con el enfoque adoptado en el presente trabajo, que la totalidad de los rasgos reunidos hasta ahora para definir la pastorela están presentes en las cuatro composiciones líri-cas incluidas en el episodio de la sierra del Libro , y que quienes identifi-can éstas como parodias del género trovadoresco sólo destacan elemen-tos relacionados con el argumento 31 – de hecho, de modo alguno se ven afectados en ellas la forma ni los componentes básicos del género 32 –. Textualmente, las piezas se anuncian al final de cada una de las sec-ciones en cuaderna vía como, respectivamente, « coplas » (958d), « can-tar » (986a), « cantar serrano » (996a) y « cantiga(s) » (1021b) 33 , pre-sentándose por lo tanto como composiciones destinadas al canto. Entre los cancioneros castellanos del siglo XV, el de Palacio (recopi-lado hacia 1437-1442) 34 ofrece unas escuetas rúbricas que distinguen básicamente entre dezir , respuesta y canción , en conformidad con la divi-
29. Véanse por ejemplo, entre los más recientes, Wendi CASILLAS, « El significado arquetí- de buen amor », La corónica , 27 (1), 199 . 81-98. Louise JpOoi.scéoVAMdSeanVlauÁselRsIeL,rUr«aCPnÍeaArsegeMrniEnealGcÍi L Ao ib nS r e o (sedp.o),Act p as g d r el a V a I s C p o o n r g n re o s g o r i á nt e c r a n s a c e io n n a e l l dLeiblra 8 o , Ad p sociación hispánica r to o e Buen Amor » en de literatura medieval (Alcalá de Henares, 12-16 de septiembre de 1995) , Alcalá de Henares : Univer-sidad de Alcalá, 1997, II, p. 1563-1572. 30. John DAGENAIS, « Cantigas d’Escarnho and Serranillas : The Allegory of Careless Love », Bulletin of Hispanic Studies , 68 (2), 1991, p. 247-263. Alan D. DEYERMOND, « Some Aspects of Parody in the “Libro de buen amor” », in : G. B. GYBBON-MONYPENNY (ed.), « Libro de buen amor » Studies , London : Tamesis, 1970, p. 53-78. Pierre LE GENTIL, « À propos des Cánticas de Serrana de l’Archiprêtre de Hita », in : Wort und Text. Festschrift für Fritz Schalk , Frank-furt am Main : Vittorio Klostermann, 1963, p. 133-141. Robert B. TATE, « Adventures in the “Sierra” », en « Libro de buen amor » Studies , op. cit. , p. 219-229. John K. WALSH, « Juan Ruiz and the Mester de Clerezía . Lost context and lost parody in the Libro de Buen Amor », Romance Philology , 33 (1), 1979, p. 62-86. 31. Sobre las serranas como parodia de la pastorela , véanse particularmente los clásicos estu-dios de P. Le Gentil y A. Deyermond citados en la nota anterior. Dado el título, ha de llegar a conclusiones parecidas un trabajo que no he podido consultar : V. ORAZI, « Le Serranas di Juan Ruiz : l’opposizione al canone della pastorella occitanica », in : Scrittori « contro » : modelli in discussione nelle letterature iberiche. Atti del convegno di Roma, 15-16 marzo 1995 , ed. Associazione ispanisti italiani. 32. Incluso se respeta el contraste, pese a las apariencias. No se olvide que en la ficción la responsabilidad y la elección de lo narrado, lo dicho y lo callado siguen recayendo exclu-sivamente en la instancia enunciadora, asumida en el Libro por un yo masculino. Espero pre-sentar en otra ocasión un trabajo dedicado a este aspecto del problema. 33. J. RUIZ, Libro de buen amor , ed. Blecua, p. 233, 242, 245 y 252. 34. Cancionero de Palacio, Ms. 2653 Biblioteca universitaria de Salamanca , ed. Ana María Álvarez Pellitero, [Valladolid] : Junta de Castilla y León, 1993.
   sión propuesta por el Cancionero de Baena . En cinco casos, sin embargo, se usa por primera vez – en cuanto se me alcanza – la rúbrica « serrana », para unos textos en los que se cumplen todos los requisitos exigidos en la definición de la pastorela 35 . Otros códices y textos testimonian la vigencia del encabezamiento « serrana » o « serranica » 36 . Conviene subrayar que la designación textual del personaje femenino no siempre se corresponde con lo anunciado por la rúbrica : la serrana de Madrugando en Robredillo , por ejemplo, no es sino « de vacas moça fermosa » (v. 8). El autor de esta última composición ocupa, como bien se sabe, un lugar destacado tanto en la práctica documentada como para la construcción crítica del género. No será gratuito hacer hincapié en que, cuando Íñigo López de Mendoza compone entre 1420 y 1440 sus tan famosas relaciones de encuentros pastoriles (reales o inventados) 37 , sólo es conocido como Señor de Buitrago e Hita – el título de Marqués de Santillana le es otorgado en 1445 –. Puede que revista cierto interés para la crítica moderna el obligarse a respetar esta distinción onomás-tica y, por ende, a rechazar el uso anacrónico del título « Marqués de Santillana », si se consideran los vínculos que el marco geográfico común establece entre el viaje (ficticio o ficcionalizado) del Arcipreste de Hita por la sierra de Guadarrama y la concepción que la familia Mendoza – Pero González, Diego Hurtado, Íñigo López – podía tener de la serrana como personaje, o de la ( cantiga de ) serrana en cuanto género. Los dos pasajes de su Prohemio e carta en que Íñigo López se refiere a las serranas son de mención obligada, pese a que han resistido hasta ahora cualquier interpretación que no sea conjetural : Acuérdome, señor muy magnífico, syendo yo en hedad no prouecta, mas asaz pequeño moço, en poder de mi auuela doña Mençía de Çisneros, entre otros libros, auer uisto vn gra(n)d uolume(n) de cantigas, serranas e dezires portugueses e gallegos ; de los q(ua)les, toda la mayor p(ar)te era del Rey don Donís de Portugal […] 38 ;
35. Diego HURTADO DE MENDOZA, Un dia d’esta semana (ID 2409) ; Francisco BOCA-NEGRA, Leg una s Rodrigo MANRIQUE a / n Í d ñ o i a g o P i L ne Ó da P(EIZD2D4E28M);EMNeDndOoZdAe/CGaArcMíaPOd,eV P y EDRA er Z ra A n , a  ( D I e D L o 2 ç 4 oy 2 a 9 ) a ; Navafria (ID 2424/ID 2425/ID 2426) ; Íñigo LÓPEZ DE MENDOZA, Madrugando en Robredillo (ID 1855). 36. Pedro de ESCAVIAS, Llegando cansado yo (ID 0425); Fernando de la TORRE, Vaxando un prado (ID 3249). 37. Sobre las fechas y otros muchos temas, véase el conocido y fundamental trabajo de Rafael LAPESA, « “Las Serranillas” del Marqués de Santillana », in : El comentario de textos, 4. La poesía medieval , Madrid : Castalia, 1991, p. 243-276. 38. Cito por la edición de Ángel GÓMEZ MORENO, El Prohemio e carta del Marqués de Santillana y la teoría literaria del s. XV , Barcelona : PPU, 1990, p. 60.
  

P(er)o Gonçales de Mendoça, mi abuelo[,] fizo buenas cançiones […] Vsó vna manera de dezir cantares así com(m)o çénicos plautinos e tere(n)çianos, tanbién en estrinbotes com(m)o en serranas 39 . Sin volver a comentar detalladamente unos problemas ya muy estudia-dos 40 , baste aquí con apuntar que nada permite asegurar que el término, tal como se usa en el Prohemio e carta , remita a un género poético definido y que no se puede descartar que serrana sólo sea, para don Íñigo, un ele-mento temático. El Prohemio facilita no obstante una información valiosa de modo indirecto, puesto que asocia « serrana » y lírica gallego-portu-guesa mientras que no se ha conservado ni un ejemplo de serrana en los cancioneiros . Siguiéndole los pasos a A. Deyermond 41 , se puede pensar que las « serranas » del Prohemio – género o tema, tanto da – no son sino pas-tor(el)as, más aún cuando se tiene en cuenta que la sierra no siempre es alta montaña y que los serranos con quienes se encontraban los Men-doza, señores de Hita 42 , debían de dedicarse ante todo al pastoreo. Se habrá advertido que los dos pasajes citados del Prohemio relacionan las « serranas » – cualquiera que sea la acepción del término – con las « cantigas » o los « cantares ». De tratarse del género serrana como des-cendiente de la pastorela , no sería nada extraño, como repetidamente se ha visto. El hecho cobra más relevancia, no obstante, cuando se estu-dian la ordenación y las rúbricas del ms. 2655 de la biblioteca de Sala-manca ( SA 8 ) 43 en que se conservan las ocho piezas de Íñigo López de Mendoza conocidas por la crítica como serranillas . Reunidas al final de la sección que el códice dedica a las canciones , las composiciones vienen todas y cada una encabezadas por la rúbrica « cançion » 44 – en un caso, se tuvo que copiar la rúbrica en el margen izquierdo por falta de espa-cio (folio 246v°). La indicación « serranillas » aparece marginalmente una sola vez a la altura del primer verso de la primera canción (folio 245v°) y, a mi parecer, no asume el papel de designación genérica cum-plido ya por « cançion » sin equívoco alguno 45 .
39. Ibid. , p. 61. 40. Edwin J. WEBBER, « Plautine and terentian Cantares in fourteenth-century Spain », His-panic Review , 18 (2), 1950, p. 93-107 y « Further Observations on Santillana’s Dezir Cantares », Hispanic Review , 30 (2), 1962, p. 87-93. Harold LIVERMORE, « Santillana and the Galaico-Portuguese Poets », Iberoromania , 31, 1990, p. 53-64 (p. 55). Alan DEYERMOND, « Baena, Santillana, Resende and the Silent Century of Portuguese Court Poetry », Bulletin of Hispanic Studies , 59 (3), 1982, p. 198-210. César DOMÍNGUEZ, art. cit., p. 93-95. 41. A. DEYERMOND, « Baena… », art. cit., especialmente p. 202. 42. Así como los a quienes conocía el arcipreste del lugar, dicho sea de paso. 43. Cancionero del Marqués de Santillana [ B.U.S., Ms 2655 ], ed. facsímil y transcripción de Javier Coca Senande, 2 vol., Salamanca : Universidad, 1990. 44. Ibid. , folios 245v° a 252r°. 45. Repárese en que « serranillas », en plural, es la primera palabra del verso copiado frente a la indicación marginal similar y que ésta es la única ocurrencia del diminutivo en todo el
  • Univers Univers
  • Ebooks Ebooks
  • Livres audio Livres audio
  • Presse Presse
  • Podcasts Podcasts
  • BD BD
  • Documents Documents