1!i,mv. OS*fBOLETÍNDE LAREAL ACADEMIA ESPAÑOLA-AÑO IV. TOMO IV*MADRIDTIP. LADE «CREV. DE ARCH., BIBL. Y MUSEOS»Olózaga, i.—Teléfono 3.1 85.1917As(V?íT3lt.v.!BOLETÍNDE LAREAL ACADEMIA ESPAÑOLA—Año IV. Tomo IV.—Febrero de Cuaderno XVI1917.Centenario del nacimiento de ZorrillaZorrilla, académico.Cuando salga a la luz pública el presente número del Bo-letín habrá conmemorado ya en España América lase ynacimientofecha 21 de febrero de 18 que corresponde al17,xixdel más ilustre poeta español del siglo : Don José Zo-rrilla.Nos ha parecido oportuno allegar una modesta flor laacorona de gloria que de nuevo habrá de tejérsele, que elypueblo español irá con el deseo a depositar reverentementesobre su tumba. Nuestro sencillo, pero sincero trabajo, ser-virá, del grandea lo menos, para que los futuros biógrafoshombre corrijan indisculpables ligerezas de los pasados encuanto al concepto que a Zorrilla mereció el Cuerpo lite-rario a que dos veces quiso pertenecer. ¡Como si fuera unagloria para él atribuirle desdén hacia lagrande o pequeñoSociedad en que se hallaban sus mejores amigos cofradesyen literatura habían ilustrado tantos centenares de insignesyescritoresEn 1848 hallábase Zorrilla en el apogeo de su fama. Sehabían publicado dos ediciones de obras, en volúmenessus 13cada una, donde se incluyeron gran número poesíasde suslíricas, algunas leyendas Capitán Montoyabuenas (como Elde sus obrasA buen juez, mejor testigo) la mayor partey ...
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v. OS*f
BOLETÍN
DE LA
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA
-AÑO IV. TOMO IV
*
MADRID
TIP. LADE «CREV. DE ARCH., BIBL. Y MUSEOS»
Olózaga, i.—Teléfono 3.1 85.
1917As
(V?íT3l
t.v.!
BOLETÍN
DE LA
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA
—Año IV. Tomo IV.—Febrero de Cuaderno XVI1917.
Centenario del nacimiento de Zorrilla
Zorrilla, académico.
Cuando salga a la luz pública el presente número del Bo-
letín habrá conmemorado ya en España América lase y
nacimientofecha 21 de febrero de 18 que corresponde al17,
xixdel más ilustre poeta español del siglo : Don José Zo-
rrilla.
Nos ha parecido oportuno allegar una modesta flor laa
corona de gloria que de nuevo habrá de tejérsele, que ely
pueblo español irá con el deseo a depositar reverentemente
sobre su tumba. Nuestro sencillo, pero sincero trabajo, ser-
virá, del grandea lo menos, para que los futuros biógrafos
hombre corrijan indisculpables ligerezas de los pasados en
cuanto al concepto que a Zorrilla mereció el Cuerpo lite-
rario a que dos veces quiso pertenecer. ¡Como si fuera una
gloria para él atribuirle desdén hacia lagrande o pequeño
Sociedad en que se hallaban sus mejores amigos cofradesy
en literatura habían ilustrado tantos centenares de insignesy
escritores
En 1848 hallábase Zorrilla en el apogeo de su fama. Se
habían publicado dos ediciones de obras, en volúmenessus 13
cada una, donde se incluyeron gran número poesíasde sus
líricas, algunas leyendas Capitán Montoyabuenas (como El
de sus obrasA buen juez, mejor testigo) la mayor partey y— :
laboletín de real academia española4
dramáticas, las la del Traidor,mejores, con sola excepción
inconfeso mártir, que se estrenó al año siguiente de 1849.y
En tomos aparte habían salido los Cantos del Trovador
tres volúmenes), Vigilias del Estío Flores per-(1840, (1842),
didas Recuerdos LaAzucena sil-fantasías(1843), (1844) yy
vestre la leyenda de Al-Hamar tenía muy(1845), (1847) y
avanzado Granada.el poema Había ido a París, donde el
editor Baudry había publicado, con destino a América, la co-
lección de sus Obras en tres volúmenes en español4. (1847).
Y acababa, en fin, de recibir la corona de laurel con que el
Liceo de Madrid quiso premiar sus méritos de altísimo poeta.
No era, pues, muy prematuro, aunque él no contaba más
de treinta un años de edad, aspirase entrar en unay que a
en hallabanAcademia que ya se sus amigos Bretón de los
Herreros, Roca de Togores (después marqués de Molíns),
Gil Zarate, don Ventura de la Vega, Mesonero Romanosy ;
Alcalá Galiano, Pacheco, Ochoa, Olivan, Pastor Díaz, Hart-
zenbusch don Nicasio Gallego.y Juan
Aunque ya los Estatutos académicos autorizaban la pro-
puesta suscrita por tres individuos de número, era aún más
frecuente la solicitud personal del aspirante, no entendíaque
rebajarse por ello. Presentó, pues, Zorrilla la suya, escrita
toda de su mano, que decía asíy
"Excelentísimo señor Presidente señores de la Realy
Academia Española.—El reciente fallecimiento del señor don
Jaime Balmes ha dejado un puesto vacante en esa ilustre Cor-
poración, como quiera el deseoy que de honra ennoblece cual-
quier propósito, no creo se califique en mí de temerario el
que hace tiempo me anima de unir a mi nombre el título de
individuo de la Real Academia Española. Ruego, pues, a los
señores'que la componen se dignen favorecerme con sus vo-
tos en la próxima elección que haya de verificarse, seguros
de realizanque una de mis más lisonjeras esperanzas. Ma-
drid, 20 de setiembre de 1848. Zorrilla."José (i)
(i) Papel "Sellodel 4.°—Año 1848—40 Ms.":
CENTENARIO DEL NACIMIENTO DE ZORRILLA 5
En la junta ordinaria del día siguiente se dio cuenta de
este Memorial a la Academia. Pero habíasele anticipado el
hispano-americano donfamoso literato José Joaquín de Mora,
que contaba también con muchos amigos en la Academia y
le habían ofrecido su voto. Zorrilla, en sus Recuerdos del
viejo (II, dice que eran sus patrocinadores Pa-tiempo 319),
Donoso Cortés Pastor Díaz. Parecía, por consi-checo, y
reñida, cuandoguiente, que la lucha sería la muerte, la sen-
tida muerte de don Alberto Lista, sucedida en Sevilla el de5
octubre, vino, no a evitarla, pues los amigos Zorrillade
fueron a la votación, sino a preparar la franca entrada del
insigne poeta.
Verificóse la elección el 2 de noviembre, por mayoría,y,
Pero,salió Mora académico. acto seguido, se examinó el punto
de "si en el caso de que, al proveerse una plaza de académico,
hubiese ya otra vacante, necesitarán los aspirantes a la prime-
presentar nueva solicitud, tendrá por válida lara una o se
anterior para dicho efecto, se acordó que sí, a menos quey
los interesados quisiesen desistir de su pretensión expresa-
mente retirasen su Memorial"y (1).
claramente entender la Academia suCon esto daba a
Zorri-voluntad favorable al poeta, así que, no sólo no retiró
lla su Memorial, sino que ningún otro se presentó enfrente
del suyo. Transcurridos los dos meses reglamentarios, fué, en
junta del elegido Zorrilla porla 14 de diciembre de 1848,
unanimidad de votos, incluso el de don Joaquín de Mora,José
que ya había tomado posesión de su plaza.
¿Por lo hizo el nuevo electo? El mismo lo in-qué no así
dica Recuerdos, habiendo muerto su padre aen sus pues,
Torquemada,principios de fuese Zorrilla al pueblo de1849,
he-en la provincia de Palencia, a recoger cuidar el habery
reditario, allí residió catorce meses seguidos.y
Entre tanto, las actas la Academia Española se es-en de
cribía siguientelo
Acta "La Academia, de-de i¿ de noviembre de 1849:
noviembre.Acta de dicho día 2 de(1)"
6 boletín de la real academia española
el puntual cumplimiento del estatuto 2.°, en que se leseando
siempre el número de sus indi-previene que esté completo
algún académico electoviduos, acordó que, en el caso de que
deje pasar el término de un año sin presentarse a tomar po-
sesión de su plaza, se entienda que la renuncia se proceda ay
nueva elección por los trámites legales, previno, al mismoy
tiempo, de este acuerdo se dé conocimiento al señor donque
Zorrilla."José
"Acta 20del de diciembre de 1849 : Se declaró vacante la
plaza de académico para la que había sido nombrado el señor
Zorrilla, en virtud del acuerdo que sobre este punto tenía he-
cho la Academia, que, en su consecuencia, desde esta fechay
empieza a correr el término de Reglamento para su provi-
sión."
Acta del 21 de febrero de 18¿o: "Se procedió a la elec-
ción de académico para la plaza vacante por fallecimiento
del señor don Alberto Lista, verificada la votacióny que
previene el Estatuto, fué electo por unanimidad el señor don
Fermín de la Puente Apecechea, único aspirante a estay
plaza.
Hoy no se emplea tanto rigor pero entonces eran recien-
;
tes los Estatutos la Academia ponía esmero en cumplirlos^y
Por otra parte, de nada hubiera servido la tolerancia. Zorri-
lla se ausentó de España a principios de 1850. Residió en
París cinco años, publicando su folleto Cuento de cuentos
una(1851), reimpresión de Al-Hamar el Nazarita (1851),
una nueva edición de sus Obras su grandioso(1852), poema
Granada el 28 de(1852), noviembre de salióy 1854 de Fran-
cia con dirección a Méjico, donde residió (con una breve ex-
cursión a la Habana en 1858) once años continuados. Sin em-
bargo, sintió hondamente el desaire, consignó su disgusto aly
publicar, diez años después, en la Habana, su poemaLas alma.?
enamoradas, donde, atribuyendo a la Academia unas imagina-
rias reglas sobre la manera de narrar los sucesos, que no se-
rían, después de todo, sino muy discretas razonables, aunquey
a su indisciplina de poeta le parezcan "soñolientas", recono-y
ciendo la verdadera causa culpa de su extrañamiento,y dice r